jueves, 29 de enero de 2009

Miriam y Tania (4º ESO):Los estados del agua

El dolor se manifiesta
en los tres estados…

Un corazón de hielo
llora lágrimas de fuego.
Un suspiro es el alma
tratando de escapar,
para encontrar
un nuevo cuerpo
donde poder olvidar.

Se congelan las lágrimas
que antes de caer,
se evaporan
y se van con él.


Miriam y Tania (4ª ESO)

miércoles, 21 de enero de 2009

Gerardo Diego: Romance del Duero

Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja;
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.

Indiferente o cobarde,
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.

Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.

Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.

Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.

Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,

sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.

lunes, 19 de enero de 2009

René Char
La Sorgue

Rivière trop tôt partie, d'une traite, sans compagnon,
Donne aux enfants de mon pays le visage de ta passion.

Rivière où l'éclair finit et où commence ma maison,
Qui roule aux marches d'oubli la rocaille de ma raison.

Rivière, en toi terre est frisson, soleil anxiété.
Que chaque pauvre dans sa nuit fasse son pain de ta moisson.

Rivière souvent punie, rivière à l'abandon.

Rivière des apprentis à la calleuse condition,
Il n'est vent qui ne fléchisse à la crête de tes sillons.

Rivière de l'âme vide, de la guenille et du soupçon,
Du vieux malheur qui se dévide, de l'ormeau, de la compassion.

Rivière des farfelus, des fiévreux, des équarrisseurs,
Du soleil lâchant sa charrue pour s'acoquiner au menteur.

Rivière des meilleurs que soi, rivière des brouillards éclos,
De la lampe qui désaltère l'angoisse autour de son chapeau.

Rivière des égards au songe, rivière qui rouille le fer,
Où les étoiles ont cette ombre qu'elles refusent à la mer.

Rivière des pouvoirs transmis et du cri embouquant les eaux,
De l'ouragan qui mord la vigne et annonce le vin nouveau.

Rivière au coeur jamais détruit dans ce monde fou de prison,
Garde-nous violent et ami des abeilles de l'horizon.

René Char, extrait de Fureur et mystère, 1948, © Éditions Gallimard
Jacques Prévert
Chanson de la Seine
La Seine a de la chance
Elle n'a pas de soucis
Elle se la coule douce
Le jour comme la nuit
Et elle sort de sa source
Tout doucement sans bruit
Et sans faire de mousse
Sans sortir de son lit
Elle s'en va vers la mer
En passant par Paris
La Seine a de la chance
Elle n'a pas de soucis
Et quand elle se promène
Tout le long de ses quais
Avec sa belle robe verte
Et ses lumières dorées
Notre-Dame jalouse
Immobile et sévère
Du haut de toutes ses pierres
La regarde de travers
Mais la Seine s'en balance
Elle n'a pas de soucis
Elle se la coule douce
Le jour comme la nuit
Et elle s'en va vers le Havre
Et elle s'en va vers la mer
En passant comme un rêve
Au milieu des mystères
Des misères de Paris
Jacques Prévert
Chanson de l'eau
Furtive comme un petit rat
Un petit rat d' Aubervilliers
Comme la misère qui court sur les rues
Les petites rues d' Aubervilliers
L'eau courante court sur le pavé
Sur le pavé d' Aubervilliers
Elle se dépêche
Elle est pressée
On dirait qu'elle veut échapper
Echapper à Aubervilliers
Pour s'en aller dans la campagne
Dans les prés et dans la forêt
Et raconter à ses compagnes
Les rivières les bois et les prés
Les simples rêves des ouvriers
Des ouvriers d' Aubervilliers

sábado, 17 de enero de 2009

Francisco Pino: Vuela Pluma

De mi mano vendrás a ver el Duero
desde el alto balcón de Tordesillas;
yo en él te he de mostrar las amarillas
ramas del chopo y alas del jilguero.

Contemplarás un fuego de lucero
lamiendo con espadas sus orillas,
y te enmudecerán las maravillas
de tanto potro rosa y tanto acero.

Al álamo verás, viejo soldado,
viejo soldado de ademán guerrero,
darle guardia de honor y honor dorado.

Detrás, las verdes velas de un velero,
el toro del pinar bramando anclado
por surcar y beber aguas del Duero.

(1957)

Alejandro López Andrada: A la orilla del agua

La luz transcurre aquí
serenamente,
igual que un suave olor de manzanilla.
Huele a lluvia. Dentro de la tarde
está mi alma,
herida entre los tilos.

Bajo el puente
humilde, en la quietud
azulada y mística del tiempo,
sueñan mis ojos,
fríos sobre el himno
enamorado y dulce del arroyo.
Pasan zorzales sobre el viento añil.
Suena en la luz mi corazón dormido.
A la orilla del agua, entre las juncias,
cruje el dolor de mi adolescencia.

(Cauces, 1994)

Philippe Jaccottet: La semaison XI (La Seine le 14 mars 1947)

« Le fleuve craquelé se trouble. Les eaux montent
et lavent les pavés des berges. Car le vent
comme une barque sombre et haute est descendu
de l’Océan, chargé d’un fret de graines jaunes.
Il flotte une odeur d’eau, lointaine et fade… On
tremble,
rien que d’avoir surpris des paupières qui s’ouvrent.

(Il y avait un canal miroitant qu’on suivait,
le canal de l’usine, on jetait une fleur
à la source, pour la retrouver dans la ville…)
Souvenir de l’enfance. Les eaux jamais les mêmes,
ni les jours : celui qui prendrait l’eau dans ses mains…

Quelqu’un allume un feu de branches sur la rive ».

(Poésie, 1946-1947)

Garcilaso de la Vega: Soneto XI

Hermosas ninfas, que en el río metidas,
contentas habitáis en las moradas
de relucientes piedras fabricadas
y en columns de vidrio sostenidas,
agora estéis labrando embebecidas
o tejiendo las telas delicadas,
agora unas con otras apartadas
contándoos los amores y las vidas:
dejad un rato la labor, alzando
vuestras rubias cabezas a mirarme,
y no os detendréis mucho según ando,
que o no podréis de lástima escucharme,
o convertido en agua aquí llorando,
podréis allá despacio consolarme.

(1501-1536)

Federico García Lorca: Serenata (homenaje a Lope de Vega)

Por las orillas del río
se está la noche mojando
y en los pechos de Lolita
se mueren de amor los ramos.

Se mueren de amor los ramos.

La noche canta desnuda
sobre los puentes de Marzo.
Lolita lava su cuerpo
con agua salobre y nardos.

Se mueren de amor los ramos.

La noche de anís y plata
relumbra por los tejados.
Plata de arroyo espejos.
Anís de tus muslos blancos.

Se mueren de amor los ramos.

(Romancero gitano, 1929)

Federico García Lorca: Burla de Don Pedro a caballo (romance con lagunas)

(…)
Primera laguna

Bajo el agua
siguen las palabras.
Sobre el agua
una luna redonda
se baña,
dando envidia a la otra
¡tan alta!
En la orilla,
un niño,
ve las lunas y dice:
¡Noche; toca los platillos!
(…)

(Romancero gitano, 1929)

Antonio Gamoneda: Siento el agua

Me he sentado esta tarde a la orilla del río
mucho tiempo, quizá mucho tiempo,
hasta que mis ojos fluían con el agua
y mi piel era fresca como la piel del río.

Cuando llegó la noche, ya no veía el agua
pero la sentía descender en la sombra.
No escuchaba otro ruido que aquel ruido en la noche;
no sentía en mí más que el sonido del agua.
¡Tantos seres humanos, tan inmensa la tierra,
y este ruido en la noche ha bastado para llenar mi corazón! (…)

(Blues castellano, 1961-1966)

Antonio Gamoneda: La tierra y los labios

Te beberé el cabello
y cerraré los ojos.

Tú seguirás manando
tu cabello
turbio de besos.

(Primeros poemas 1947-1953)

Paul Éluard La rivière

La rivière que j’ai sous la langue,
L’eau qu’on n’imagine pas, mon petit bateau,
Et, les rideaux baissés, parlons.

(Capitale de la douleur 1926)

jueves, 15 de enero de 2009

Octavio Paz
Agua nocturna

La noche de ojos de caballo que tiemblan en la noche,
la noche de ojos de agua en el campo dormido,
está en tus ojos de caballo que tiembla,
está en tus ojos de agua secreta.

Ojos de agua de sombra,
ojos de agua de pozo,
ojos de agua de sueño.

El silencio y la soledad,
como dos pequeños animales a quienes guía la luna,
beben en esos ojos,
beben en esas aguas.

Si abres los ojos,
se abre la noche de puertas de musgo,
se abre el reino secreto del agua
que mana del centro de la noche.

Y si los cierras,
un río, una corriente dulce y silenciosa,
te inunda por dentro, avanza, te hace oscura:
la noche moja riberas en tu alma.
Mario Benedetti
Botella al mar

Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre
y la destape y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles.
La noria
Antonio Machado

La tarde caía triste y polvorienta.
El agua cantaba su copla plebeya
en los cangilones de la noria lenta.
Soñaba la mula ¡pobre mula vieja!,
al compás de sombra que en el agua suena.
La tarde caía triste y polvorienta.
Yo no sé qué noble, divino poeta,
unió a la amargura de la eterna rueda
la dulce armonía del agua que sueña,
y vendó tus ojos, ¡pobre mula vieja!...
Mas sé que fue un noble, divino poeta,
corazón maduro de sombra y de ciencia.

Soledades, Galerías y otros poemas 1907
Jorge Manrique
Coplas por la muerte de su padre (1477)

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar, que es el morir;
allí van los señoríos derechos a se acabar y consumir;
allí los ríos caudales, allí los otros medianos y más chicos,
y llegados, son iguales los que viven por sus manos
y los ricos.

Les nécessités de la vie, Paul ÉLUARD

...et comme aux temps anciens, tu pourrais dormir dans la mer.

domingo, 11 de enero de 2009

Hérodiade, Stéphane MALLARMÉ

O miroir!
Eau foide par l'ennui dans ton cadre gelée
Que de fois et pendant des heures, désolée
Des songes et cherchant mes souvenirs qui sont
Comme des feuilles sous ta glace au trou profond,
Je m'apparus en toi comme une ombre lointaine,
Mais, horreur! des soirs, dans ta sévère fontaine,
J'ai de mon rêve épars connu la nudité

sábado, 10 de enero de 2009

Robert Desnos: L'Aumonyme

Les ponts s’effondrent tous
au cri du paon qui pond
et les pans de ponts
transforment les rivières.

Aux lacs des lacs
meurent les paons
enlisés dans la gomme laque.

(Corps et biens, 1930)

Antonio Colinas: La hora del agua

Sabed que ésta es la hora del agua.
¿Merecemos mirarla? ¿Merecemos sus dones?
Acaso sólo sea la hora de escuchar su murmullo
y dejar que los dedos discurran extraviados
por su corriente fría.

Llegamos a la fuente y a su estanque
para calmar la sed de no saber,
para callar de una vez por todas
y sentir bien cosidos los dos labios
por las hebras de luz de la mañana.

Luego, el rostro ha caído sobre el agua
para abismarse en esa hondura umbrosa
que todo nos lo oculta en su silencio.
Mas a sentir el agua sobre el rostro
se rompe el espejismo,
sentimos que la carne se estrella contra el sueño,
que el rostro ha quebrantado el espejismo
de creer que el secreto
a punto estaba de ser desvelado.

Narcisos derrotados,
nos retiramos hacia atrás vencidos
por ese abismo espeso
de la luz en el agua.
No la toquemos, aunque sea su hora,
contemplemos callados su silencio.
Callar y contemplar el agua quieta,
sentir que sólo somos en la paz
del alto mediodía
una fuente de sangre junto al jardín del río.

(Cauce, 1994)

Paul Badin: 'A contre-courant

Vogueront ces voiles
au passé de nostalgie
sur le fleuve esseulé

Cargaisons généreuses
par la sueur des mains
et le chant de l’effort

Le courant sous l’étrave
le vent gonflé d’espoir
mais les berges désertes

Le cliquetis des treuils
le hèle des pêcheurs aux mariniers
le claquement des toiles

Ont réveillé des siècles
de léthargie sableuse
et la fleur de sel au péage

Alignements dodus
de fûts de muscadet
même le châtaignier va s’irradiant.

(Ricercar, 2000)

Fernando Abascal Cobo: La edad de las palabras

Abandoné el lenguaje en las orillas
y bajo el agua las amadas piedras
me vieron nadar con mísera brazada
hacia el silencio.
Y en aquella pureza
deseé que la memoria no tuviese labios
ni el invierno sus frutas perseguidas.

(Cauce, 1994)

Guillaume Apollinaire: Le pont Mirabeau

« Sous le pont Mirabeau coule la Seine
Et nos amours
Faut-il qu’il m’en souvienne
La joie venait toujours après la peine.

Vienne la nuit sonne l’heure
Les jours s’en vont je demeure

Les mains dans les mains restons face à face
Tandis que sous
Le pont de nos bras passe
Des éternels regards l’onde si lasse

Vienne la nuit sonne l’heure
Les jours s’en vont je demeure

L’amour s’en va comme cette eau courante
L’amour s’en va
Comme la vie est lente
Et comme l’Espérance est violente

Vienne la nuit sonne l’heure
Les jours s’en vont je demeure

Passent les jours et passent les semaines
Ni temps passé
Ni les amours reviennent
Sous le pont Mirabeau coule la Seine

Vienne la nuit sonne l’heure
Les jours s’en vont je demeure

(Alcools, 1920)